Adolescencia y adicción (el graffiti)



Empezaré por definir qué es adicción para seguir dando unas breves nociones de en qué consiste esta enfermedad. Una vez que hayáis leído el tema comprobaréis que algunos de los que lleváis mucho tiempo haciendo graffitis os veis identificados con el concepto de adicción, o que cabe la posibilidad de que seais adictos a él. Si este artículo sirve para que aunque sea algun@ de vosotros se plantee que es adict@ al graffiti e intenta ponerle remedio, me daré por contenta.

Una adicción es una enfermedad física y psicoemocional, según la Organización bioquimica_adiccionMundial de la Salud. En el sentido tradicional es una dependencia hacia una sustancia, actividad o relación.

En la actualidad se acepta como adicción, cualquier actividad que el individuo no sea capaz de controlar, que lo lleve a conductas compulsivas y perjudique su calidad de vida, como por ejemplo puede existir, adicción al juego (ludopatía), a la televisión, a internet, al messenger, a las nuevas tecnologías (tecnófila), al trabajo y aunque a alguien le parezca extraño, al graffiti, etc.

El cerebro de los adolescentes es especialmente vulnerable a las adicciones debido a que las regiones que controlan los impulsos no están totalmente formadas a estas edades, lo que significa que cualquiera de los  tipos de dependencia son desórdenes relacionados con el desarrollo neuronal. 

Al mismo tiempo, como el sistema neurológico de inhibición está menos maduro a estas edades, los adolescentes se ven impelidos a acciones impulsivas y comportamientos arriesgados.

Las causas de la adicción son múltiples e interaccionan de una manera compleja para producir el desorden adictivo intervienen factores biológicos, genéticos, psicológicos y de personalidad, socio-culturales y familiares que se unen en una interacción multisistémica produciendo primero la predisposición y luego  la exposición al factor desencadenante.adicciones-multiples2

Los factores de personalidad juegan un rol en su desarrollo, teniendo en cuenta que algunas características de esta, tales como la baja tolerancia a la frustración y la dificultad para lidiar con los sentimientos propios, son factores que facilitan la aparición del desorden adictivo; ningún estudio ha podido ser conclusivo en la existencia de una «personalidad adictiva». Y la experiencia clínica demuestra que existen adictos con diversos tipos de personalidad.

Las personas adictas sufren una transformación de su entorno social, en parte mediado por el avance de la adicción y la necesidad aumentada de disminuir la ansiedad ligada a la conciencia del daño que la adicción produce en la vida del adicto.

El avance del proceso de adicción, hace en algún momento necesaria la alteración de los valores y creencias de la persona adicta, y puede haber conflicto con los valores aprendidos previamente. Esta disonancia cognitiva hace necesario reforzar el sistema de creencias adictivo y la red de contactos asociados con la adicción.

Algunos de los valores adictivos que son comunes a las distintas adicciones son:

  • El uso es prioridad, y es necesario para poder vivir
  • No confiar en las personas que no comparten la adicción
  • Sentirse bien todo el tiempo es algo necesario
  • Evitar el dolor es una prioridad

adicciones 3 Los términos utilizados por los adictos para referirse a la sustancias de consumo o a la conducta adictiva, pueden llegar a ser muy vastos y en ocasiones se convierten en verdaderos dialectos o jergas que incluso cambian de país en país. Otro significado de el lenguaje de la adicción es la sensación de pertenencia y de grupo que produce en los miembros de la cultura de la adicción.

Los implementos necesarios para el uso o los artículos utilizados en los rituales de uso terminan siendo parte integral del ambiente del adicto. La música muchas veces se convierte en un símbolo ya que el adicto puede además recopilar ejemplares de literatura relacionados con el uso y su adicción.

El uso y la adicción se practican a través de una serie de rituales tan importantes para el adicto, que se convierten en partes integrales de la conductas de uso. Es esta experiencia completa la que termina asociándose en las redes neuroquímicas del cerebro del adicto. De esta manera los eventos concurrentes al uso se ligan mediante el condicionamiento y los episodios repetidos de consumo. Se convierten así los rituales, en una experiencia tan relevantes para el proceso adictivo que, al estar los adictos en presencia de algunas de las circunstancias del ritual se dispara inconscientemente los deseos y pensamientos de uso. Este fenómeno se conoce como memoria eufórica.

Los adictos buscan a personas que compartan su valores y rituales relativas a la adicción que sufren. De esta manera se evita la incomodidad de confrontación o cuestionamiento y se refuerza la negación. El grupo de uso se convierte en un fuerte componente de la vida social de la persona. El  comportamiento tribal separa a los adictos incluso de otros adictos considerados como realmente enfermos.botes

Las relaciones familiares se deterioran mientras en proceso adictivo avanza. Por otro lado el significado que la familia tiene en el bienestar emocional del adicto disminuye y el adicto invierte cada vez menos energía en las relaciones familiares y mas en su grupo de uso.

Es importante subrayar que aunque no existen recetas para prevenir problemas de adicción en un adolescente, podrían enumerarse algunos puntos que abren mayores posibilidades de que las dificultades que se vayan presentando a lo largo de esta etapa no sean desproporcionadas:

  • Generar espacios de comunicación donde la expresión de sus opiniones y manifestaciones sean valoradas,
  • Evitar comparaciones entre sus resultados y los de los demás
  • Disponer normas y límites claros y coherentes;
  • Facilitar la inclusión en actividades que permitan construir vínculos y pertenencias,
  • Alentar la inserción en espacios que permitan el despliegue de la creatividad y el desarrollo de capacidades y destrezas, etc.

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Parte de: http://www.adicciones.org

 

5 comentarios en “Adolescencia y adicción (el graffiti)”

  1. Hola, soy el propietario de la primera foto que ha publicado en este post. Antes de publicar nada debería usted pedir permiso al propietario de turno, y por lo menos linkar la imagen al sitio de referencia de donde la ha «robado».

    También debería usted incluir una sección de contacto en su web.

  2. Estimado señor o señora:

    No considero que haya robado absolutamente nada, no he leido en ningún sitio que sea privada. No se tampoco de qué web es, puesto que no entro en ellas. Si es tan amable de decírmela, la pondré encantada. Pero creo que ante todo ha de tenerse educación y buenos modales para decir las cosas. Si queremos que los niños y adolescentes los tengan debemos dar ejemplo los adultos.

    Un saludo,

  3. Si ni siquiera sabe de donde ha sacado la foto…¿Cómo va a saber si es pública o privada? Las imágenes, fotos, diseños no se hacen solos, tienen una autoría. Que mínimo que pedir autorización ¿No?

    Creo que en ningún momento he sido ni maleducado ni le he faltado al respeto.

    Dado que no estoy de acuerdo con el contenido publicado en su web y más concretamente en este artículo, le agradezco que retirara mi imagen.

    Un saludo.

  4. Hola:
    Se ve que no ha mirado de nuevo la entrada ya que la foto (que para obtenerlas no hay que entrar en las páginas) ha desaparecido. Otro tema es que no este de acuerdo con el contenido que he escrito. Nunca pretendo que todo el mundo piense igual que yo, ¡faltaría más!. No obstante, dicho contenido ha sido conclusión de mis conversaciónes con distintos jovenes adictos al graffiti y de bastantes lecturas al respecto.

    Un saludo,

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