«El adolescente de 16 a 18 años»

A estas edades es cuando el adolescente se encamina hacia su periodo adulto. Tiene inquietudes existenciales. Busca sentido a su vida. Comienza a encaminarse por un lado de la política: derecha, izquierda, nacionalista o pasotista, pero empieza a tener ganas de introducir una papeleta en una urna/ser dirigido por un gurú ideológico/vivir en una comuna sin bañarse lleno de piojos/pasar de todo como de la mierda porque los políticos son unos hijos de puta.

Comienza también el adolescente genérico a madurar sentimentalmente. Se dan casos de adolescentes que se emparejan ya de una forma seria, es decir casi estable. Son la pareja empalagosa que ya nunca queda con sus amistades porque han quedado con su media naranja, y a la larga se distancian de sus respectivos grupos de amistades buscando una estabilidad con la pareja.

Luchan también por encontrar una identidad propia copiando a alguna estrella del cine o de la canción en la forma de vestir, de hablar y de comportarse, adoptando cualquier cambio en el «look» acto seguido al cambio de sus ídolos. Estos cambios van asociados a un aumento del poder adquisitivo del adolescente, para lo cual se tendrá una charla con el sustento económico de la familia para solicitar un sustancial aumento en la propina. Esto es necesario porque a estas edades se multiplican los gastos en vestimenta, ocio de diversas índoles, relaciones humanas, y un largo etcétera que aburriría a una abuela soltera que los convierte ya en presas del consumismo más despiadado.

 

Tíos

Los 6 suspensos de junio y un 8 en gimnasia empiezan a denotar que el jovencito despunta maneras para trabajar en la construcción a la voz de ¡ya! Peón de albañil es la carrera que mejor se adapta a su nivel académico, y es que no hay nada como levantarse a las 6 de la mañana a -5 grados para echar en falta las bondades del instituto en pro de levantar la economía del país. El tener acceso a un sueldo de mierda por partirse la espalda le dará acceso a mejores momentos de ocio, borracheras de mayor calidad en clubes nocturnos, vehículos propios, porros en los parques… no como el capullo de clase que sacaba todo dieces que se va a pegar 10 años haciendo ingeniería para vivir de papá todo lo que pueda.

Se perfecciona el arte de tirar la caña a la hora de ligar. A partir de ahora el ataque al grupo de hembras se hará a lo bestia, sin piedad y sin hacer prisioneros. En caso de que otro grupo de machos se acerque a la zona de caza saltará la testosterona conduciendo hacia la agresividad. El grupo enemigo son unos capullos, sólo vienen para tocar los cojones y que sean los novios de las tías no les da derecho a acercarse al coto privado de caza. Se usará ciertas técnicas nada depuradas para el acercamiento como pueden ser:

• Verter el contenido de un vaso sobre alguna de las féminas.
• Tirar el contenido de un vaso sobre alguna de las féminas.
• Arrojar el contenido de un vaso sobre alguna de las féminas.
• Lanzar el contenido de un vaso sobre alguna de las féminas.
• Derramar el contenido de un vaso sobre alguna de las féminas.
• Echar el contenido de un vaso sobre alguna de las féminas.
• Escanciar el contenido de un vaso sobre alguna de las féminas.
• Proyectar el contenido de un vaso sobre alguna de las féminas.
• Lanzar el contenido de un vaso sobre alguna de las féminas.
• Emanar el contenido de un vaso sobre alguna de las féminas.
• Despedir el contenido de un vaso sobre alguna de las féminas.

Nota: La fémina en cuestión ha de vestir de blanco y el contenido ha de combinarse con cocacola.

Se instaura la costumbre de dormir en calzoncillos y camiseta, aunque los pijamas que tiene SIEMPRE serán adquiridos por la madre, costumbre extendida en el tiempo hasta que se haga cargo la esposa en el futuro.

La potencia sexual de un tío es espectacular a estas edades. Se conocen casos de adolescentes que se masturban 7 veces y luego cumplen con la novia en un mismo día. De hecho se puede prescindir de la novia y pelársela un par de veces más para demostrar esta envidiable potencia.

Su principal objetivo para sentirse adulto ya lo ha cumplido, ya tiene pelo en el culo. Ya se siente un hombre (físicamente).

 

Tías

Pizpiretas y risueñas se pasan el día entero oliendo nubes. Siempre tienen una  preciosa y agradable sonrisa para todo el mundo. No les cuesta estudiar, pasan sus exámenes sin esfuerzo con 6 de nota mínima y la selectividad la pasarán sin esfuerzo ni nervios. Todas las tías acceden a la universidad a la carrera que desean, y la sacarán con nota porque son aplicadas. Nada más lejos de la realidad. Están amargadas 4 de cada 7 días, y con la regla es peor; sonríen apretando los dientes porque menos la amiga del alma, todas le caen como el culo; se pegan dos semanas sin salir ni a por el pan para entender cómo cojones… perdón ovarios se resuelve ese problema de derivadas; en la selectividad la joderán en el examen de filosofía que es de letras y no pinta nada en ciencias puras, que les restará 0’7 puntos y en vez de ir a ingeniería o medicina se van a magisterio o veterinaria (que ya que se van a casar con un cerdo, les será más útil la verdad); y la carrera de 5 años la harán en 8 y sudando tinta china.

Rara es la generación en la que una de la clase una mañana no se pone a vomitar, y a la siguiente, y a la siguiente, y a la siguiente… Y la prometedora carrera de la tía se trunca porque algo que crece dentro de su cuerpo, que se alimenta de su sangre y hace que se sienta mal, es decir: un parásito, de esos que se hace mayor, se le pone nombre y se le coge cariño. Hay casos en los que la carrera no era nada prometedora y se quedan embarazadas porque quieren. Sí, las Jessis. Es la forma más cómoda que tienen para dejar los estudios.

Su madre empieza a ser su mejor amiga.

 

De: La frikipedia.es