Graffiti: arte callejero


Aunque el graffiti desde el mismo momento de su gestación, nace como un arte  how,2003 nyc ilegal por estar realizado en propiedades privadas y sin permiso, el verdadero «writer» no es un criminal, ni distribuye drogas, ni pertenece a ninguna «gang», y pese a los peligros que lo amenazan en forma de fuertes multas y cortas sentencias de encarcelamiento que amenaza la realización de las grandes piezas, continúan fieles a la llamada del arte y a la necesidad de expresarse.

Desde su aparición, en la ciudad de Nueva York, el graffiti ha representado un medio de expresión social, cultural y política, que ha sido adoptado por jóvenes de centros urbanos a lo largo del planeta. Y sin importar que se le considere vehículo de inconformidad; fuente de controversia; o creatividad artística plasmada en lienzos de concreto, el graffiti es, hoy por hoy, una manifestación estética netamente urbana.

Las grandes ciudades del mundo han sido moldeadas a partir de sus limitaciones. No sólo se han adaptado a través del tiempo. Ciudades como Nueva York, París, Tokio o Sao Paulo, han generado expresiones artísticas determinadas por el entorno que las rodea.

Entre los factores que influyen en la delimitación de la identidad urbana, están losjuarez siguientes:

  • El trazo y desarrollo de la infraestructura
  • La densidad de población
  • El predominio de actividades económicas de carácter secundario y de servicios
  • Manifestaciones artísticas y estéticas propias de la ciudad

El graffiti ha sido una constante en múltiples partes del mundo debido a su impacto estético, social y cultural. Desde su aparición, ha sido considerado una actividad vandálica, una forma de contaminación visual e incluso un crimen. A pesar de ello, el graffiti y sus estilos derivados se han afianzado como una forma de expresión artística y cultural; una delimitación espacial; una huella en la enorme jungla de concreto.

Esta actividad es capaz de modificar el entorno urbano. El graffiti ha dado pie a obras que han llegado a configurarse en su entorno caracterizándose por ser efímeras, tal como indica el arquitecto y escultor Santiago Baeza Sánchez.

En definitiva, el graffiti es un arte temporal ya que las piezas tienen una vida limitada (lo que tarda alguien en borrarlas, o lo que tarda en empezar a deteriorarse la pintura), y este carácter provisional es el que lleva a los «writers» a intentar perpetuarlo por medio de fotos de sus trabajos, y también el principal motivo que ha llevado a la actual proliferación de revistas tanto impresas como on-line sobre este peculiar arte urbano.

En los países de habla hispana, el graffiti ha sido desde siempre un elemento1182499715_0 fundamental para la resistencia política. Tanto en España, principalmente como medio de rechazo a la dictadura franquista, como en América Latina luchando contra las dictaduras militares que asolaron el continente, el graffiti fue el medio esencial a la hora de plasmar en las paredes las consignas de turno que planteaban la resistencia de la calle al poder establecido.

En los Estados Unidos, sin embargo, aunque existió como herramienta política para los grupos más radicales, el graffiti apareció fundamentalmente como una herramienta de las bandas o “gangs” para delimitar su territorio. Una manera de decir: “esta esquina es mía”, “este es nuestro territorio, más te vale no meterte aquí”.

Se llega entonces, entre mediados y finales de los 70, a la cumbre en lo que a  innovación estilística se refiere cuando esta técnica del «tag» o tagging», que consistía en la firma del artista con forma de garabato, evoluciona mural sehn1 ac1 hatehacia letras más estilizadas y grandes. Además de para escribir el nombre, empiezan a utilizarse para expresar ideas o declaraciones, dando lugar primero a las «bubble letters», letras redondeadas con relleno y filete, y más adelante a lo que hoy se conoce como «throw up».

Esta técnica, a su vez impulsada por el afán competitivo de los «writers» y su deseo de ganar mayor popularidad y respeto, llega a una complejidad estilística tal, que las letras empiezan incluso a ser difíciles de entender, culminando así en lo que es la forma más notable del graffiti del Bronx, el «wildstyle».

Con el último aliento de la década de los 70, el «writing» alcanza sus cotas más altas con la incorporación de imágenes de la iconografía popular tales como personajes de comic o de dibujos animados, e incluso en muchos casos de autorretratos en forma de caricatura. Con ellas, aparecen en escena lasnosm,2004belgradeserbia complejas «pieces» o «masterpieces», que además de servir para distinguir a los grandes maestros de los principiantes, se generalizan y amplían su tamaño hasta llegar a ocupar vagones de metro enteros.

La comunidad del «writing» arde de expresividad y ello lleva a una competitividad feroz que se traduce en el auge de las guerras (no violentas) de Estilo. Así como de las alianzas entre «writers» y «crews» (grupos de writers que trabajan en equipo), para conseguir el respeto de los demás rivales y compañeros.

En los primeros años de la década de los 80  comienza una etapa más difícil para el graffiti como arte callejero.

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